El presidente de la Cámara de Comercio de Osorno, Luis Rigo-Righi, expresó su profunda preocupación ante la reactivación del proyecto de ley presentado por los diputados Camila Musante, Luis Cuello, Juan Santana y Andrés Giordano, que propone adelantar el horario de cierre de los malls a las 19:00 horas en invierno y antes de las 20:00 horas en verano. La iniciativa, que se suma a otros cinco intentos similares ingresados al Congreso en los últimos tres años, ha generado alarma en el sector comercial.
Rigo-Righi calificó el proyecto como una medida que ignora la realidad económica del país y el impacto que podría tener en el comercio y el empleo. «Esta propuesta no solo afecta el desempeño económico de los locales comerciales, sino que también pone en riesgo los ingresos de miles de trabajadores cuyo sustento depende directamente de las ventas realizadas en las últimas horas del día», afirmó.
De acuerdo con datos proporcionados por la Cámara Nacional de Comercio (CNC), el 13% de las ventas diarias se concentran en el tramo horario de 18:00 a 21:00 horas. Además, cerca del 80% de los trabajadores del sector perciben una parte significativa de sus ingresos a través de comisiones por ventas, lo que sería severamente perjudicado por un cierre anticipado.
José Pakomio, presidente de la CNC, también manifestó su rechazo a la medida, destacando que el horario propuesto no solo reduciría las ventas, sino que impactaría negativamente la creación y mantención de empleos. «El mundo político debiera tener en consideración el complejo escenario económico que estamos atravesando al minuto de traer discusiones estériles como esta», sostuvo.
Un estudio del gremio confirma que la franja horaria más concurrida en centros comerciales es de lunes a viernes entre las 18:00 y las 21:00 horas, momento clave para las ventas. Pakomio advirtió que, de aprobarse este proyecto, habría efectos directos sobre el empleo y las cifras de desempleo podrían incrementarse.
Desde la Cámara de Comercio de Osorno, Rigo-Righi llamó a los parlamentarios a priorizar una agenda laboral que fortalezca el empleo y no obstaculice la recuperación económica. «El comercio ha sido resiliente en momentos difíciles, pero medidas como esta desincentivan la inversión y ponen en jaque la estabilidad de miles de familias que dependen de este sector», concluyó.
La Cámara de Comercio reiteró su disposición al diálogo y al trabajo conjunto con las autoridades para generar propuestas que realmente beneficien a los trabajadores y al desarrollo del comercio en el país.